La prevista retirada de todas las fuerzas extranjeras de Afganistán antes del 11 de septiembre de 2021 ha aumentado el temor de que los talibanes tengan como objetivo a los intérpretes, los traductores que realizan traducciones consecutivas, el personal de las embajadas y otros asistentes afganos de las fuerzas extranjeras. Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Canadá, Alemania, Países Bajos y otros países deben acelerar urgentemente la tramitación de visados y los esfuerzos de reubicación.

Una gran parte de los soldados estadounidenses que sirvieron en Afganistán apoyan la concesión de asilo a los traductores afganos leales que han tomado todas las medidas de seguridad necesarias y solicitan este asilo de emergencia.

El trabajo de un intérprete en Afganistán es mucho más que traducir

¿Cómo es ser intérprete en medio de la guerra? ¿Ha pensado alguna vez que muchos de estos traductores tienen que estar en el campo de batalla, en primera línea? Así pues, el trabajo de un traductor en Afganistán es mucho más que traducir el idioma. Muchos acaban tomando las armas y luchando del lado de los estadounidenses.

Los traductores nos ayudaron a entender mejor a la gente, el lugar y la situación haciendo una traducción consecutiva. Conocen bien los lugares y las costumbres y son fundamentales para el éxito de las misiones. Al fin y al cabo, gran parte del trabajo consiste en estar en contacto con los residentes locales, en busca de información relevante. En otras palabras, son profesionales estratégicos y muy importantes a la hora de prestar servicios de traducción.

También por ello, ahora que el ejército estadounidense se ha retirado, los traductores se han convertido en objetivos principales de los talibanes en busca de información y represalias. Cuando son capturados, todos son condenados a muerte por traición.

La dificultad de conseguir un visado

Más de 17.000 afganos que han trabajado con las fuerzas estadounidenses, por no hablar de sus familias, siguen esperando una decisión del programa US Special Immigrant Visa (SIV). El proceso está empantanado en la burocracia. Muchos han esperado años después de pasar por los controles de seguridad de prácticamente todas las agencias gubernamentales estadounidenses imaginables, normalmente a su costa por los controles de salud y otros requisitos.

La situación se ha agravado últimamente, ya que la embajada de Estados Unidos en Kabul ha interrumpido las entrevistas con los solicitantes de visado debido a la escalada de un brote de COVID-19 en Afganistán.

La concesión de asilo no sólo es lo correcto, sino que también beneficia a Estados Unidos al aceptar a los talentosos y esforzados traductores, muchos de los cuales lo han arriesgado todo por el país.