AI – INTELIGENCIA ARTIFICIAL
La tecnología y el trabajo humano se complementan. Cuando hablamos de Inteligencia Artificial, hablamos de la capacidad de cambiar sustancialmente nuestras vidas, nuestras relaciones profesionales y, sin duda, la práctica de la traducción.
La Inteligencia Artificial permitirá automatizar los procesos y la comprobación de datos, y dejará al traductor más tiempo libre para otras actividades de valor añadido en beneficio del cliente.
Por lo tanto, ¿cuál será el papel del traductor en el futuro?
¿Cuáles serán los atributos y qué se esperará de una empresa de traducción en este escenario que se desarrolla lentamente, aunque el futuro, que aún estaba por llegar, ya ha llegado?
Será necesario que el profesional conozca a fondo y en profundidad los temas, las herramientas tecnológicas y la Inteligencia Artificial, así como su uso en los negocios. Deberá desarrollar un perfil de “especialista general”, identificando oportunidades y generando valor en sus acciones con los productos de los clientes.
El futuro pertenecerá a profesionales con formación y especializaciones que van más allá de la traducción, promoviendo servicios de mayor valor añadido para el cliente con el uso de conocimientos multidisciplinares. Más que nunca, las empresas de traducción serán indispensables en la estructuración de los negocios corporativos, desempeñando un papel proactivo y complementario.
Sólo podrán disfrutar al máximo de lo que las IAs tienen que ofrecer quienes estén dentro de ella, cómo funciona, conduciéndola. Con las AI, se necesitarán personas formadas profesionalmente. En otras palabras, veremos en la práctica la máxima de “calidad, no cantidad”.
La cualificación y calidad de los profesionales será el verdadero diferencial. La experiencia de casos, la formación teórica y multidisciplinar, sumadas a la facilidad de aprendizaje, la familiaridad con las herramientas tecnológicas y la proactividad, junto con las habilidades de comunicación, serán decisivas para abrirse y asegurarse un espacio en el mercado. La excelencia en la prestación de servicios la alcanzarán los profesionales que sepan identificar lo esencial, lo que responde a las necesidades del cliente y lo que funciona. En otras palabras, el traductor, que debe seleccionar, categorizar y gestionar la información puesta a disposición por la tecnología, presentará la mejor solución, con el objetivo de añadir experiencia humana y valor a su solución.
En esta era tecnológica, ya no hay lugar para las estructuras jerárquicas, y la Inteligencia Artificial entra proporcionando la información necesaria para la toma de decisiones, reduciendo la burocracia que generaría esta estructura. También reduce el tiempo de investigación y búsqueda de información.
Y en contra de lo que pueda parecer, la Inteligencia Artificial no sustituirá a los seres humanos en los servicios de traducción – las personas son esenciales en este proceso. La máquina sólo realizará la parte burocrática y de búsqueda. A partir de ahí, el ser humano desarrollará el trabajo.
El traductor será responsable de los procesos más esenciales de la traducción: la validación y mejora de los textos, infundiendo humanidad, refinamiento y precisión.
En Global Languages contamos con un equipo de Traducción altamente capacitado que se mantiene al día de los cambios y mejoras en los procesos de traducción, garantizando, como hasta ahora, que estos procesos se lleven a cabo de la mano de la tecnología y, sobre todo, con la máxima excelencia y agilidad.